Es la perla costera de la isla, el plan perfecto para pasar un día completo o bien unas largas vacaciones. Optimo tanto para parejas, familias con niños, amigos, etc.
Es un punto turistico por excelencia donde se mezcla el pasado y el presente en cada rincón. Ciudad pesquera de 65 km, cuenta con una población de 14.000 habitantes.
Está situada a 70 km de Palermo en la parte norte de la isla abrazando el mar Tirreno dentro del Mediterráneo.
En época de verano se duplica la población.
Aparcamos el coche a 200 metros del centro, en una playa de estacionamiento por 3 euros que quedaba frente a la costa. En el primer balneario que vimos, alquilamos dos sombrillas y cuatro tumbadoras por 15 euros. La entrada es libre y gratuita.
Luego de dejar la playa, que nos encantó, caminamos por el lungo Mare (La rambla), nos sentamos a comer una pizza y ver el atardecer. Hay una gran variedad de lugares gastronómicos y para todos bolsillos.
Seguimos caminando por la costa hasta llegar a la ciudad vieja muy bien conservada. Es una experiencia sumamente atractiva entre la catedral, el mar y un sin fin de negocios muy bien iluminados,es el punto donde los turistas mas fotos se toman. Solo hay que perderse entre las callejuelas para vivir el auténtico espíritu Siciliano.